Howdy

Nuestro blog

Automatizar no es hacer trampa, es desarrollar con inteligencia

Automatizar tareas con ChatGPT no es trampa; es trabajar estratégicamente. Descubre cómo dejar atrás la vieja cultura del "héroe solitario" para enfocarte en soluciones creativas, qué tareas vale la pena automatizar, y por qué usar IA potencia tu impacto como desarrollador.

Publicado 2025-05-21
LinkedInTwitter
Un desarrollador de software automatizando tareas
author avatar
Redacción Howdy.com

Contenido

    Durante mucho tiempo, en el mundo del desarrollo de software, se ha celebrado al dev que hacía todo a pulmón: el que resolvía cada bug sin ayuda, que se sabía los flags de memoria, o que escribía funciones desde cero aunque ya existieran mil soluciones en Stack Overflow. Ese ideal del “héroe solitario del código” estuvo muy presente en la cultura tech, pero ese enfoque ya ha quedado viejo.

    Hoy, la diferencia entre un desarrollador promedio y uno realmente estratégico no está en cuánto recuerda, sino en cómo optimiza su tiempo y su atención. Y ahí es donde entra ChatGPT (entre otras herramientas similares) como copiloto silencioso pero poderoso. No para reemplazar tu trabajo, sino para amplificarlo.

    La idea de que automatizar ciertas tareas es “hacer trampa” no solo es equivocada, es contraproducente. Mientras algunos siguen luchando con tareas repetitivas que te comen tiempo productivo, otros están logrando enfocarse en lo que realmente genera valor: diseño de soluciones, toma de decisiones, arquitectura, colaboración, etc.

    Este artículo no busca convencerte de que abandones tu lógica o tu criterio. Todo lo contrario: quiere mostrarte cómo usar la automatización mediante IA a tu favor puede ser el paso que te faltaba para pasar de buen desarrollador a desarrollador brillante.

  1. ¿Por qué automatizar ha dejado de ser "trampa"?
  2. La cultura del desarrollo de software, y el trabajo en general, estuvo mucho tiempo atravesada por una idea casi romántica del esfuerzo. Esa noción de que cuanto más produces, más vales. Que el mérito está en hacerlo todo tú, como si la productividad y la inteligencia técnica se midieran por la cantidad de líneas tipeadas, o por cuánto tiempo puedes quedarte despierto solucionando bugs a las tres de la mañana durante una guardia.

    Pero si algo aprendimos del tiempo, es que trabajar más no siempre significa trabajar mejor; incluso casi nunca lo es. Y que el verdadero talento no está en complicarse la vida, sino en encontrar formas más eficientes de resolver problemas. En ese sentido, automatizar no es hacer trampa. Es tomar una decisión inteligente sobre cómo usar tu tiempo, tu energía mental y tus habilidades.

    Cuando usas ChatGPT para automatizar tareas repetitivas, no estás haciendo trampa. Estás delegando lo que no necesita tu creatividad, tu razonamiento o tu expertise. ¿Tiene sentido que un dev senior pierda media hora explicando por enésima vez cómo funciona una API REST en un hilo de Slack, cuando puede pedirle a ChatGPT que genere una respuesta clara y ajustada al contexto? ¿Vale la pena volver a escribir desde cero un script de despliegue que solo cambia en dos líneas, cuando podés automatizar su generación con un prompt bien armado?

    Creer que todo debe hacerse manualmente es algo que ha quedado de otra época, cuando no existían estas herramientas, y el “orgullo del esfuerzo” era la única forma de validación. Pero hoy en día, automatizar es una muestra de madurez profesional. Es reconocer que tu tiempo vale más si lo dedicás a pensar, diseñar, decidir y crear, en lugar de copiar y pegar, reescribir o buscar lo mismo mil veces.

    Además, automatizar con IA no significa soltar el control. Todo lo contrario: requiere saber qué pedir, cómo pedirlo y cómo evaluar lo que recibís. Es una habilidad en sí misma. Y, como toda herramienta poderosa, no reemplaza tu criterio: lo necesita.

    Así que no, usar ChatGPT para automatizar partes de tu rutina no te hace menos dev. Te hace más consciente de tu valor, más estratégico, y más preparado para un mundo donde lo que importa ya no es cuánto haces, sino cuánto impacto generas con lo que haces.

  3. Qué cosas tiene sentido automatizar con ChatGPT
  4. No todo se trata de código. Estas son algunas tareas que los devs inteligentes ya están delegando a la IA:

    • Generación de boilerplate code: ¿formularios, validaciones y configuraciones básicas? Que las haga ChatGPT.
    • Escritura de documentación técnica: a partir de una función o endpoint, puedes pedirle que te arme un documento entendible para humanos.
    • Refactor y optimización: “Este código funciona pero está horrible, ¿cómo lo mejorarías?”. Una frase mágica para usar con el modelo.
    • Testing automatizado: Generación de casos de prueba unitarios con base en el código existente.
    • Preparación de prompts para otras APIs o modelos: incluso puedes pedirle que te estructure un pipeline de automatización entre herramientas.
  5. Automatizar no reemplaza tu trabajo, potencia tu impacto en los proyectos.
  6. Uno de los miedos más comunes en torno al uso de inteligencia artificial en el desarrollo de software es el mismo que ha surgido históricamente con cada nueva tecnología: ¿y si ha llegado para reemplazarme? Es una pregunta válida, humana, y hasta saludable si se la aborda con mirada crítica. Pero también merece una respuesta más matizada que el típico “sí o no”.

    Sí, es cierto que algunas tareas técnicas y repetitivas que antes requerían intervención humana ahora pueden resolverse en minutos gracias a herramientas como ChatGPT. Es cierto también que ciertos roles, particularmente aquellos que se limitan a copiar, adaptar o reproducir código sin un entendimiento más profundo del contexto, pueden verse en riesgo si no evolucionan.

    Pero automatizar no significa desaparecer tu trabajo. Significa redefinirlo.

    El desarrollo de software no es solo tipear líneas de código. Es diseñar soluciones, pensar en usuarios, comunicarse con equipos, tomar decisiones técnicas complejas, entender el negocio, construir productos reales, y ¿sabes qué? ChatGPT no puede hacer todo eso por vos. Pero sí puede ayudarte a liberar tu tiempo de las partes menos desafiantes para que te concentres en las que realmente importan.

    De hecho, los desarrolladores que hoy están aprovechando la IA no son los que “se están dejando reemplazar”. Son los que están liderando la transformación. Son quienes aprenden a combinar su experiencia con estas nuevas herramientas para trabajar y validar ideas más rápido, experimentar y construir más, hacer que los errores cuesten menos y avanzar más lejos.

    El verdadero riesgo no es que ChatGPT te reemplace. El verdadero riesgo es quedarte atado a un modelo de productividad obsoleto, pensando que hacer todo manualmente es una prueba de valor profesional.

    La pregunta entonces no debería ser “¿la IA me va a reemplazar?”, sino: “¿cómo puedo usarla para potenciar lo que hago, aportar más valor y ser más estratégico?”

    Porque en un mundo donde la IA se vuelve cada vez más accesible, el diferencial va a estar en cómo la uses.

Durante mucho tiempo, en el mundo del desarrollo de software, se ha celebrado al dev que hacía todo a pulmón: el que resolvía cada bug sin ayuda, que se sabía los flags de memoria, o que escribía funciones desde cero aunque ya existieran mil soluciones en Stack Overflow. Ese ideal del “héroe solitario del código” estuvo muy presente en la cultura tech, pero ese enfoque ya ha quedado viejo.

Hoy, la diferencia entre un desarrollador promedio y uno realmente estratégico no está en cuánto recuerda, sino en cómo optimiza su tiempo y su atención. Y ahí es donde entra ChatGPT (entre otras herramientas similares) como copiloto silencioso pero poderoso. No para reemplazar tu trabajo, sino para amplificarlo.

La idea de que automatizar ciertas tareas es “hacer trampa” no solo es equivocada, es contraproducente. Mientras algunos siguen luchando con tareas repetitivas que te comen tiempo productivo, otros están logrando enfocarse en lo que realmente genera valor: diseño de soluciones, toma de decisiones, arquitectura, colaboración, etc.

Este artículo no busca convencerte de que abandones tu lógica o tu criterio. Todo lo contrario: quiere mostrarte cómo usar la automatización mediante IA a tu favor puede ser el paso que te faltaba para pasar de buen desarrollador a desarrollador brillante.

¿Por qué automatizar ha dejado de ser "trampa"?

La cultura del desarrollo de software, y el trabajo en general, estuvo mucho tiempo atravesada por una idea casi romántica del esfuerzo. Esa noción de que cuanto más produces, más vales. Que el mérito está en hacerlo todo tú, como si la productividad y la inteligencia técnica se midieran por la cantidad de líneas tipeadas, o por cuánto tiempo puedes quedarte despierto solucionando bugs a las tres de la mañana durante una guardia.

Pero si algo aprendimos del tiempo, es que trabajar más no siempre significa trabajar mejor; incluso casi nunca lo es. Y que el verdadero talento no está en complicarse la vida, sino en encontrar formas más eficientes de resolver problemas. En ese sentido, automatizar no es hacer trampa. Es tomar una decisión inteligente sobre cómo usar tu tiempo, tu energía mental y tus habilidades.

Cuando usas ChatGPT para automatizar tareas repetitivas, no estás haciendo trampa. Estás delegando lo que no necesita tu creatividad, tu razonamiento o tu expertise. ¿Tiene sentido que un dev senior pierda media hora explicando por enésima vez cómo funciona una API REST en un hilo de Slack, cuando puede pedirle a ChatGPT que genere una respuesta clara y ajustada al contexto? ¿Vale la pena volver a escribir desde cero un script de despliegue que solo cambia en dos líneas, cuando podés automatizar su generación con un prompt bien armado?

Creer que todo debe hacerse manualmente es algo que ha quedado de otra época, cuando no existían estas herramientas, y el “orgullo del esfuerzo” era la única forma de validación. Pero hoy en día, automatizar es una muestra de madurez profesional. Es reconocer que tu tiempo vale más si lo dedicás a pensar, diseñar, decidir y crear, en lugar de copiar y pegar, reescribir o buscar lo mismo mil veces.

Además, automatizar con IA no significa soltar el control. Todo lo contrario: requiere saber qué pedir, cómo pedirlo y cómo evaluar lo que recibís. Es una habilidad en sí misma. Y, como toda herramienta poderosa, no reemplaza tu criterio: lo necesita.

Así que no, usar ChatGPT para automatizar partes de tu rutina no te hace menos dev. Te hace más consciente de tu valor, más estratégico, y más preparado para un mundo donde lo que importa ya no es cuánto haces, sino cuánto impacto generas con lo que haces.

Qué cosas tiene sentido automatizar con ChatGPT

No todo se trata de código. Estas son algunas tareas que los devs inteligentes ya están delegando a la IA:

  • Generación de boilerplate code: ¿formularios, validaciones y configuraciones básicas? Que las haga ChatGPT.
  • Escritura de documentación técnica: a partir de una función o endpoint, puedes pedirle que te arme un documento entendible para humanos.
  • Refactor y optimización: “Este código funciona pero está horrible, ¿cómo lo mejorarías?”. Una frase mágica para usar con el modelo.
  • Testing automatizado: Generación de casos de prueba unitarios con base en el código existente.
  • Preparación de prompts para otras APIs o modelos: incluso puedes pedirle que te estructure un pipeline de automatización entre herramientas.

Automatizar no reemplaza tu trabajo, potencia tu impacto en los proyectos.

Uno de los miedos más comunes en torno al uso de inteligencia artificial en el desarrollo de software es el mismo que ha surgido históricamente con cada nueva tecnología: ¿y si ha llegado para reemplazarme? Es una pregunta válida, humana, y hasta saludable si se la aborda con mirada crítica. Pero también merece una respuesta más matizada que el típico “sí o no”.

Sí, es cierto que algunas tareas técnicas y repetitivas que antes requerían intervención humana ahora pueden resolverse en minutos gracias a herramientas como ChatGPT. Es cierto también que ciertos roles, particularmente aquellos que se limitan a copiar, adaptar o reproducir código sin un entendimiento más profundo del contexto, pueden verse en riesgo si no evolucionan.

Pero automatizar no significa desaparecer tu trabajo. Significa redefinirlo.

El desarrollo de software no es solo tipear líneas de código. Es diseñar soluciones, pensar en usuarios, comunicarse con equipos, tomar decisiones técnicas complejas, entender el negocio, construir productos reales, y ¿sabes qué? ChatGPT no puede hacer todo eso por vos. Pero sí puede ayudarte a liberar tu tiempo de las partes menos desafiantes para que te concentres en las que realmente importan.

De hecho, los desarrolladores que hoy están aprovechando la IA no son los que “se están dejando reemplazar”. Son los que están liderando la transformación. Son quienes aprenden a combinar su experiencia con estas nuevas herramientas para trabajar y validar ideas más rápido, experimentar y construir más, hacer que los errores cuesten menos y avanzar más lejos.

El verdadero riesgo no es que ChatGPT te reemplace. El verdadero riesgo es quedarte atado a un modelo de productividad obsoleto, pensando que hacer todo manualmente es una prueba de valor profesional.

La pregunta entonces no debería ser “¿la IA me va a reemplazar?”, sino: “¿cómo puedo usarla para potenciar lo que hago, aportar más valor y ser más estratégico?”

Porque en un mundo donde la IA se vuelve cada vez más accesible, el diferencial va a estar en cómo la uses.