El data contract testing es una práctica que valida automáticamente los contratos de datos entre productores y consumidores —ya sea en APIs REST, eventos en streams o pipelines analíticos— para asegurar que ambos lados hablen el mismo "idioma". Herramientas como Pact (para contratos de API) o Schema Registry (como el de Confluent, para Kafka) permiten definir versiones del contrato, comparar cambios y alertar si una modificación podría romper al consumidor. Esto es clave en arquitecturas distribuidas, donde los equipos despliegan servicios de forma independiente. Al tener contratos validados como parte del pipeline CI/CD, evitás sorpresas en producción, garantizás integridad en la comunicación y reducís el riesgo de “datos rotos” que arruinan reportes o flujos event-driven.