La inteligencia artificial (IA) juega un papel crucial en la detección de fraudes financieros al analizar grandes volúmenes de datos en tiempo real. Algoritmos avanzados identifican patrones sospechosos en transacciones, como movimientos inusuales de dinero o accesos desde ubicaciones no habituales. Gracias al machine learning, estos sistemas mejoran con el tiempo, anticipando amenazas antes de que causen daños. Bancos y fintechs utilizan la IA para bloquear operaciones fraudulentas automáticamente, reduciendo riesgos y protegiendo a los usuarios. Su implementación ha permitido que las plataformas financieras sean más seguras y eficientes, evitando pérdidas millonarias por estafas cibernéticas.