La infraestructura declarativa es un enfoque en el que, en lugar de decirle a la nube cómo crear recursos paso a paso (como harías en un script Bash), simplemente declarás qué querés: “una base de datos de tal tipo”, “tres instancias con este tag”, “este bucket con versionado activado”. Herramientas como Terraform, Pulumi o Crossplane leen esa definición escrita en YAML, HCL o incluso TypeScript y se encargan de calcular los cambios necesarios para alcanzar ese estado. Es como decirle a tu casa inteligente “quiero 21 °C” y que ella sola lo resuelva, sin que tengas que tocar el termostato.
Esto te da múltiples ventajas: trazabilidad de cambios (todo queda en Git), posibilidad de hacer pull requests y code reviews de infra, y la bendición de tener un rollback fácil si algo se rompe. Además, los famosos terraform plan o pulumi preview te muestran exactamente qué va a pasar antes de ejecutar nada, evitando sorpresas de medianoche. Es la forma moderna, segura y colaborativa de manejar infra sin estrés... y sin SSH.