OPA es el “cerebro de reglas” que separa la lógica de autorización (o cualquier política) del resto del código, para que dejes de esparcir if isAdmin por toda la base. Es un motor declarativo: escribís políticas en Rego —un lenguaje parecido a JSON con esteroides lógicos— y OPA evalúa cada solicitud en microsegundos. Puedes enchufarlo al API Gateway, Kubernetes (Gatekeeper), CI/CD o incluso a tu aplicación Go/Java/Python; todo habla con OPA mediante JSON, así que las reglas se versionan, testean y hacen code-review como cualquier otra pieza de software. ¿El beneficio? Auditorías centralizadas, cambios de permisos sin redeploy y la tranquilidad de saber que “lo que está en producción” coincide exactamente con “lo que aprobó seguridad” —sin hacks de último minuto en el código fuente.