Zero Trust es un modelo de seguridad que parte de una premisa simple pero poderosa: nunca confíes, siempre verifica. En lugar de asumir que todo lo que está “dentro” de la red es seguro, trata a todas las entidades —usuarios, dispositivos, servicios— como potencialmente hostiles, internas o externas por igual. Para protegerse, implementa autenticación fuerte (como MFA), autorización basada en contexto (ubicación, dispositivo, rol) y microsegmentación de redes para limitar el movimiento lateral si algo se compromete. Herramientas como Cloudflare Zero Trust, Istio o Azure AD Conditional Access ayudan a implementar esta filosofía en entornos híbridos y multicloud, alineando seguridad en redes, identidades y cargas de trabajo. En resumen: menos castillos, más controles inteligentes.